Reseña: "Rethinking Third Places"

En 1989, Ray Oldenburg publicó "The Great Good Place", señalando la necesidad de los terceros lugares en nuestras ciudades. Treinta años después, esta necesidad de lugares más allá de los confines de la casa y la oficina parecen ser más necesarios que nunca; a pesar de vivir en la sociedad más interconectada

En la sociedad más interconectada de la historia, uno de los problemas principales de los desarrollos suburbanos  continúa existiendo: la soledad. La provisión de espacios accesibles que inviten a la socialización, tal como apuntó Ray Oldenburg en 1989, resultará fundamental para consolidar el capital social en las ciudades.

El libro "Rethinking Third Places. Informal Public Spaces and Community Building" (Repensando los terceros lugares. Espacios públicos informales y la construcción de comunidad), reseñado por Iñigo Lorente, ofrece una visión actualizada del concepto de tercer lugar, adaptada a las necesidades de la sociedad contemporánea. Las perspectivas de género, las condiciones espaciales y normativas, o el papel de las nuevas tecnologías son algunos de los ejes vertebradores en la creación de espacios de socialización.

Sin embargo, como se apunta en esta reseña, tratar de compensar la necesidad de espacios para la socialización casual mediante la aplicación de un urbanismo determinista —que aplique una categoría, lugar, horario, medidas de seguridad, y condiciones de uso demasiado específicos—, a unos espacios que persiguen crear vínculos sociales espontáneos entre diferentes, podría ir en detrimento de cumplir su objetivo.